Por: Marlo De León P.
Periodista
Hasta hace unos pocos años podíamos los panameños hablar de las horas picos para evitar el tráfico. Actualmente este término desapareció de nuestro lenguaje ya que a cualquier hora del día el congestionamiento vehicular es inevitable. Recorrer las calles y avenidas en la ciudad de Panamá ya de por sí es algo agobiante.
Pero más estresante es ver como nuestra ciudad han perdido sus aceras por la sencilla razón de que los automovilistas las han convertido en sus estacionamientos privados, obligando a los peatones caminar directamente sobre las calles.
Sólo hay que recorrer ciertas áreas de la ciudad para observar esta triste realidad. La barriada El Cangrejo es un desorden total en su periferia. No solamente se toman las aceras los automovilistas sino también los islotes como los de Vía Argentina, dañando la poca belleza ornamental que nos queda. En San Francisco cualquier calle transversal entrando desde calle 50 hacia Vía Porras es un peligro, no sólo para el peatón sino para los propios conductores debido a que las aceras desde calle 64 hasta la 79 están aglomeradas de automóviles mal estacionados, que han convertido calles normalmente de dos vías en algunos tramos de una sola vía.
Los factores principales de este desorden vehicular en el caso de San Francisco son dos: la transformación de casas normalmente residenciales con dos estacionamientos a categorías de negocios donde sus empleados y clientes se estacionan en las aceras, y por otro lado la construcción de enormes edificios residenciales con uno o dos estacionamientos internos por apartamento. El resto de los vehículos familiares y visitas se estacionan en la calle. No podemos dejar de mencionar que este problema existe igualmente en un menor o mayor grado en San Miguelito, Río Abajo, etc.
En esta época en que el gobierno desarrolla una dinámica política fiscal, podrían recaudar fondos adicionales, colocando infracciones de forma sistemática a los mal estacionados. Esto sería un triple beneficio para todos. Primero que los peatones volverían a la seguridad de las aceras, los automóviles utilizarían dos vías en vez de una y el gobierno que obtendría gruesos ingresos por boletas y adicional el reconocimiento de todos los ciudadanos.
Ciertamente el problema de estacionamientos en la ciudad de Panamà es grave, pero debemos recordar que su principal fuente de problemas es la mala planificación urbana, segundo la cultura del panameño "el juega vivo" y tercero la falta de cumplimiento de la ley.
ResponderEliminarEstimado amigo Marlo, excelente artículo.
ResponderEliminarPor su valor y contenido lo hemos publicado en:
http://www.mibarriopanama.com/posts/view/1964/una_acera_por_el_amor_de_dios